domingo, 13 de abril de 2008

Las balanzas

Llevo días pensando en que podría ser que el único modo
de no volver al pasado, es carecer absolutamente de futuro.

Será que lo lleva innatamente escrito en la piel
como parte de los poros, como escama en el pescado
pero el ser humano tira para atrás cuando las cosas van mal
y cuando van bien, olvida cada error cometido en el pasado.

Y así vamos, reuniendo heridas, sacándole brillo a cicatrizes
regando con asiduidad cada tallo fruto de cualquier vieja afrenta
Siempre y cuando las cosas no vayan por el camino adecuado.

La tristeza y la nostalgia.
La melancolía son hijas de un mismo pozo.
Sustancias nativas de un foso sumido en la intoxicación constante.
Las tres son peligrosamente contagiosas.
Y las tres forman parte del pasado.

No concibo un estado de tristeza que no se ampare en el pasado.
Aunque sea remotamente, siempre lo hace.

El futuro nos invita a la tristeza por cortesía del pasado.
Quizás sin futuro no volveríamos al pasado.
Pero, ¿Concibe alguien la vida sin futuro?

¿Concibe alguien la vida sin tristeza?

Todo son balanzas.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

No hay luz sin oscuridad...

creo que en tan poco te lo he dicho todo

Saludos :)

miwok dijo...

Lo bueno de la vida son los escasos momentos de equilibrio en la balanza diaria...

Abrazos

Nimloth dijo...

El futuro es lo único que puede salvarnos del pasado. La memoria es astuta y difumina los malos tiempos, provocando que los momentos que no volverán parezcan jirones de felicidad. Sólo la esperanza de un mañana nos incita a embellecer los recuerdos.